Tensão e protestos pela queda do presidente bolivariano Rafael Corrêa marcam chegada do Papa ao Equador

Eles querem o fim do regime bolivariano de Corrêa. - 

O jornal Expresso, de Quito, informa neste sábado que o Papa Francisco chegará amanhã ao Equador para uma visita de 72 horas, tudo em meio a uma crise política que já dura quatro semanas, com iradas manifestações de rua contra o governo bolivariano do presidente . Hoje caiu o chefe nacional de Polícia. A pressão para que Rafael Corrêa saia é muito forte.

A Conferência Episcopal Equatoriana pediu trégua durante a visita do Papa.

Leia toda a notícia do Expresso, que vai em espanhol: 

Tiempo fuera. La política y sus tensiones y disputas pasan a segundo plano. Entra el papa. Francisco, el gran mediador, arribará mañana al Ecuador tras cuatro semanas de manifestaciones callejeras huracanadas que, durante los tres días de visita pastoral, prometen rebajarse a vientos menores.

La Iglesia lo sabe. Por eso, en su último pronunciamiento oficial antes de la llegada del obispo de Roma, la curia pidió preservar "la paz y la calma" ante un hecho que no tiene lugar en el país desde hace 30 años: la visita del máximo líder religioso del planeta.

Francisco, en especial, ha caracterizado su corto pontificado con una capacidad plausible para sortear terrenos complicados. Y pese a que la tensión política en Ecuador, que se ha vuelto visible en las calles de 16 de las 24 provincias, no dio tregua hasta 72 horas antes del arribo de la cabeza visible de la Iglesia Católica; la verdad es que el papa ha salido airoso (incluso aclamado) de conflictos como el judío-palestino, que conoció de primera mano, este año.

En el país, la causa política de la oposición, que ha liderado y ondeado la bandera de la protesta durante el último mes, ha decidido volver a las calles. Pero será después de la visita del santo padre, según anunciaron esta semana los alcaldes de Quito y Guayaquil, Mauricio Rodas y Jaime Nebot, junto a otros líderes de La Unidad.

Por su parte, el buró político de Alianza PAIS, el partido de Gobierno, anticipó esta semana que no planea movilizaciones de respaldo, como las que ha promovido en las últimas semanas, incluyendo una frente a Carondelet, el jueves 2. Pese a que en días pasados "quisimos que esta semana bajen las tensiones", aseguró el presidente Rafael Correa.

Estas posturas políticas, sin embargo, no significan que ciertos grupos activistas, aunque de forma minoritaria, no pretendan hacerse notar por distintas vías durante estos días. Algunos políticos y dirigentes gremiales también han aprovechado la ocasión para plasmar sus quejas y rechazos en cartas dirigidas a Francisco, como la asambleísta Lourdes Tibán (Pachakutik) y representantes de los trabajadores.

Pero no solo las marchas aguardarán. El diálogo empresarial público-privado, que no encuentra una salida a sus impasses, adelantó que tras la visita vaticana, el Gobierno revisará y tomará una decisión sobre las salvaguardias de 163 subpartidas, uno de los principales pedidos del sector privado.

La Iglesia, normalmente ajena a los pronunciamientos sobre la realidad política del país, ha tomado los micrófonos en cuatro ocasiones esta semana, para llamar al diálogo y la concordia. Y, sobre todo, para insistir en la necesidad de "no politizar la visita del santo padre".

Pese a esto último, resulta altamente improbable, según fuentes vaticanas citadas por Reuters, que Francisco haga referencias explícitas a la política nacional durante la veintena de discursos que ha preparado para esta gira.

"Él no va a hablar en contra del petróleo ecuatoriano o el gas boliviano", anotó una voz cercana al papa, abordada sobre el debate de las reservas petroleras del Ecuador, en la zona megadiversa del Yasuní.

De la misma forma, su mensaje no estará cargado con la tensión de la atmósfera. Lejos de ello, Francisco carga su discurso de positivismos, "ternura", "alegría", "caricias". Prueba de ello son las palabras de saludo al Ecuador, que a modo de muestra hizo públicas la Iglesia: "Quiero ser testigo de esta alegría", dirá el papa en su primer pronunciamiento.

En las próximas horas, como si se tratara de un fenómeno físico, los protagonistas de las tensiones nacionales se saldrán de su carril y orbitarán en torno a la imagen de Francisco, a quien Correa, Rodas y Nebot pretenden homenajear en actos propios.

La visita papal durará, exactamente, 69 horas. ¿Y la tregua que esta conlleva? Eso está por definirse.